Educación Vial en Tomares a través de su Policía Local.

Se trata de la campaña municipal ‘La Semana de la Seguridad Vial’ dirigida a 250 alumnos del colegio El Carmen en la que los agentes enseñan a través de cuentos y juegos las normas de comportamiento como peatones y viajeros del vehículo.

Encantado de publicar esta noticia que este año se ha hecho esperar. Los vínculos con la localidad vecina además de los límites geográficos lo marcan las personas que se hacen cargo de esta actividad y aquí señores nos quitamos el sombrero, bravo por José Manuel, Juan y mi compañero en ATESVAN,  Eduardo, el próximo año más, lo estamos esperando.

 Si en estos días su hijo de cinco años empieza a cruzar la calle por el paso para peatones, mira antes tres veces a cada lado, se pone el cinturón de seguridad o le disuade de saltarse el semáforo en rojo, no se extrañe, porque lo que no ha conseguido enseñarle un padre, lo han conseguido los  agentes de la Policía Local de Tomares con cuentos, juegos, actividades y pegatinas.

Se trata de la campaña municipal  ‘La Semana de la Seguridad Vial’, puesta en marcha por el Ayuntamiento de Tomares a través de la concejalía de Educación y la Policía Local, dirigida a los 250 alumnos de 5 años del colegio El Carmen, para que aprendan las normas de comportamiento como peatones y como viajeros dentro del vehículo.

Imágenes campaña 2013

Una tarea aparentemente complicada que los agentes enseñan de manera dinámica y entretenida. Se presentan como polis amigos y cercanos y a través de una modernizada versión del cuento de Hansel y Grettel de los Hermanos Grim, donde en lugar de un bosque hay una calle, los efectivos hablan a los niños el peligro que pueden suponer los vehículos y cuales son las normas que deben respetar para evitarlos.

Para ello, cuentan con una ‘mochila mágica’ de la que van extrayendo todo tipo de elementos relacionados con el tráfico, hasta incluso un paso de peatones que construyen en medio del aula para que los escolares aprendan a cruzarlo adecuadamente.

El objetivo es que los niños aprendan desde pequeños cuales son las normas y por qué hay que respetarlas, se conviertan en pequeños vigilantes de los propios padres para que no las infrinjan, a la vez que esta iniciativa tiene un carácter preventivo de cara al futuro para evitar que cuando los niños sean mayores se conviertan en infractores o peor aún, en víctimas.